Desde que Internet se transformó en un medio masivo en los años 90 ha revolucionado nuestra forma de informarnos, comunicarnos y nuestra vida en general. Ha avanzado rápidamente para responder a las necesidades de los usuarios, resultando en un concepto llamado web 2.0.
La famosa web 2.0 implica la llegada de una nueva generación de servicios de Internet (foros, blogs, wikis y redes sociales) en los que el contenido es creado con la colaboración creativa de los usuarios. Es importante destacar que el término web 2.0 se comenzó a utilizar en el 2004, a partir de un escrito elaborado por Tim O’ Reilly.
A diferencia de la Web 1.0 donde el contenido era subido por un productor de información y el usuario se limitaba a leer, la web 2.0 se refiere a una tendencia donde el contenido de la red es elaborado por una comunidad de usuarios que comparten, transforman contenidos y socializan, por eso se dice que ésta es una web social. Es así como se genera un involucramiento más abierto de los participantes y usuarios en los procesos comunicativos de las organizaciones y las empresas, generando una experiencia diferenciadora para usuarios, participantes y clientes.
Esta transformación ha tenido diferentes consecuencias, pero la más importante es que el usuario de Internet ha pasado de ser un sujeto pasivo y aislado, a ser el protagonista. Esto dio inicio a una era de la democratización de la información, donde las personas con acceso a Internet participan activamente en la construcción de la realidad virtual. Dicha participación se construye a partir de una comunidad que es capaz de ordenar la enorme cantidad información que llega a Internet, catalogando, etiquetando, recomendado, opinando, votando, linkeando, etc. a través de plataformas abiertas y colaborativas como wikis, blogs, redes sociales y otras.
Una característica importante de la web 2.0 es que es más sencilla, con ella no se necesita tener grandes conocimientos tecnológicos para usar las principales plataformas online. El ejemplo más claro son las redes sociales, pensadas para ser usadas por un público masivo y diverso.
Así también estas plataformas son un importante vehículo para que cualquier persona o grupo de personas puedan impulsar cambios que contribuyan a una sociedad más equilibrada y sostenible, construyendo a la construcción de estructuras organizacionales más abiertas, transparentes y colaborativas.
La Web, en constante evolución
Desde el lanzamiento del primer PC de IBM en 1981 hasta la actualidad, han sido muchos los hitos conseguidos en el ámbito de la informática y, sobre todo, en la World Wide Web. Obviando los primeros tiempos, esta evolución, como hemos comentado anteriormente, se ha ido plasmando en “fases Beta”, que empiezan en la 1.0 y hay quien habla ya de la futurista 4.0.
La Web 1.0 y la 1.5, se denominan fases de la red como espacio comercial. Se caracterizan por tener un contenido más bien estático generado exclusivamente por profesionales; pocos productores de contenidos y muchos consumidores con un papel pasivo; papel principal del contenido; pocas actualizaciones; tecnología cara y que no facilitaba la interacción entre productores y consumidores; velocidad de conexión muy baja; acceso al conocimiento de pago; etc. En esta etapa, los servicios web que se ofrecían pasaban por los servicios de software, las publicaciones electrónicas, librerías online, comercio electrónico o subastas online.
En la Web 2.0, se habla de dinamismo, actualización constante y participación social. Esta nueva fase va unida a la colaboración de todos los usuarios, la conversación, la creación de comunidades y de contenidos (ya no sólo por profesionales). A todo esto, se suma el aprendizaje acumulativo y, sobretodo, el aprovechamiento de la inteligencia colectiva, entendida como la capacidad que tiene un grupo de personas para colaborar y alcanzar unas metas de forma conjunta.
La futura Web 3.0 se define como la web semántica y, según el Consorcio World Wide Web, es “una web extendida, dotada de mayor significado, en la que cualquier usuario de Internet podrá encontrar respuestas a sus preguntas de forma más rápida y sencilla gracias a una información mejor definida. Al dotar a la Web de más significado y, por lo tanto, de más semántica, se pueden obtener soluciones a problemas habituales en la búsqueda de información mediante la utilización de una infraestructura común, a través de la cual compartir, procesar y transferir información de forma sencilla. Esta Web extendida y basada en el significado se apoya en lenguajes universales […]. Gracias a la semántica en la Web, el software es capaz de procesar su contenido, razonar con éste, combinarlo y realizar deducciones lógicas para resolver problemas cotidianos automáticamente”.
Hay quien ya habla de una evolución posterior de la Web. Así, un estudio de Nova Spivack, responsable de la empresa Radar Networks, asegura que la Web 4.0 dará paso a la Web como el futuro sistema operativo inteligente WebOs, tan potente como el cerebro humano.
La Web Social, una nueva filosofía
Se defina como se defina, la Web 2.0 ha significado una revolución y ha convertido a los consumidores de contenidos en productores: los usuarios de todo el mundo suben a diario millones de fotografías en websites como Flickr, millones de vídeos en Youtube, millones de posts y comentarios en blogs… en definitiva, se comunican con otros millones de usuarios. Éstos han encontrado en la Web 2.0 su mejor canal de comunicación, en el que se pueden expresar libremente y donde son escuchados. En pocas palabras, donde son el principal protagonista.
Las herramientas que la Web 2.0 pone a disposición de los usuarios hacen que sea extremadamente fácil colocar contenidos en la red. No obstante, no sólo se ofrecen herramientas para trabajar en entornos contributivos sino que abre la vía para que la comunidad virtual utilice su “inteligencia colectiva”. Las actividades de esta colectividad se dividen en tres grupos: la producción de contenidos (suma del trabajo de cada individuo), la optimización de recursos (por ejemplo, a través del uso de RSS o links) y el control del grupo (no existe una autoridad central, sino que es el propio colectivo el que se autogestiona).
Orientada a una clara bidireccionalidad, las nuevas aplicaciones de la Web 2.0 buscan facilitar la interacción entre los usuarios y desarrollar espacios en los que puedan expresarse y opinar, buscar y recibir información, etc. Entre esas aplicaciones encontramos:
* Redes sociales y comunidades virtuales, que son aplicaciones desarrolladas para promover y facilitar la creación de comunidades personales o profesionales con el objetivo de compartir experiencias con personas de intereses similares. Por ejemplo: Facebook, Second Live, Twitter, Linkedin, Xing…
* Contenidos generados por el usuario, como aplicaciones en las que éste hace de productor de su propia información y consumidor de la de otros. En este apartado encontramos los weblogs, los wikis, los espacios para compartir fotos, vídeos, presentaciones, etc. Por ejemplo, Flickr, Youtube, el blog de Enrique Dans, Microsiervos, Interactividad.org, etc.
* Organización social de la información, que ayudan a ordenar y optimizar el proceso de búsqueda e identificación de contenidos. Se incluyen aquí los buscadores, los lectores RSS, agregadores, marcadores sociales de favoritos… Por ejemplo, Del.icio.us, Blogli-nes, Google…
* Aplicaciones y servicios web híbridos o mashups, que son sitios web que aprovechan el contenido de otras aplicaciones web para formar un nuevo contenido. Por ejemplo, WikiFM permite escuchar una canción de Last.fm, mientras localiza automáticamente información sobre el artista en Wikipedia o la letra de la canción en Google.
Nuevas oportunidades en todos los ámbitos
La comunicación 2.0 no sólo implica cambios en la comunicación personal o en la de las empresas. Todos los ámbitos de la sociedad y todos los sectores se han visto sacudidos por esta revolución. Un ejemplo claro es el del propio sector de la comunicación, la publicidad y el marketing. Son muchas las organizaciones de este sector que ya han empezado a experimentar con la comunicación 2.0 a través de la incursión en blogs, en redes sociales o en webs interactivas.
También en la educación son útiles las nuevas oportunidades que ofrece la Web 2.0 porque permiten crear un espacio de trabajo mucho más participativo, rompiendo con la jerarquización y la unidireccionalidad del aprendizaje. Se amplía así el espacio antes reducido al aula, posibilitan-do la idea de la escuela en Internet. Esto facilita la conversación, la colaboración y supone, sobretodo, un cambio metodológico y pedagógico.
Otro sector que empieza a inmiscuirse en las posibilidades del 2.0 es el político. Muchos partidos y organizaciones han entrado ya en este campo, aunque la mayoría de los usos son muy simples: trasladar a un blog los discursos políticos o las columnas de opinión. Pero al final, estas iniciativas no eran más que una nueva herramienta para el marketing tradicional y una forma de intentar demostrar la modernidad de los candidatos. No obstante, la última campaña para las elecciones presidenciales en Estados Unidos ha demostrado que este tipo de comunicación puede ir mucho más allá: Barack Obama se acercó a los electores a través de las redes sociales, los blogs, los juegos, etc. Es decir, hizo un amplio uso de las herramientas que ofrece la nueva comunicación 2.0 y esto le ayudó a acercarse a la sociedad y ganar simpatizantes.
No obstante, el exponente del uso de las redes sociales es lo que se denomina el “periodismo ciudadano” o la comunicación de grupos y asociaciones. En definitiva, la sociedad. Como ejemplo de esto tenemos las miles de noticias que últimamente aparecen en los medios gracias a la participación ciudadana, los diarios de barrio difundidos a través de blogs o las convocatorias realizadas a través de las redes sociales o los e-mails:
Proximidad, a pesar de todo
En este nuevo contexto, se habla de nuevas vías de comunicación para un mundo globalizado, con las que poder formar parte de una comunidad global y contactar con personas de cualquier parte del mundo. Y que estas personas puedan responder y relacionarse, a su vez, con muchas más. Pero hay una palabra clave en todo esto: comunidad. Porque la Web Social es mucho más que comunicación a distancia. Es formar parte de un grupo y poder interactuar con sus miembros. Como una vuelta a los orígenes del barrio como lugar de intercambio, sólo que ahora los integrantes pueden estar a miles de kilómetros.
Para seguir leyendo:
- La comunicación digital: Internet como nuevo medio
- El ecosistema digital: Modelos de comunicación, nuevos medios y público en Internet (ebook)
- Escribir en Internet http://www.galaxiagutenberg.com/media/72116/escribir_en_internet_web.pdf
- Comunicación digital y nuevos medios: http://www.muchoconpoco.org/content/mcp/images/foros/comunicacion_digital.pdf
- Nativos digitales, de Alejandro Piscitelli http://www.nativos-digitales.com.ar/
- Cómo escribir para la web, de Guillermo Franco htt2ps://knightcenter.utexas.edu/es/ebook/como-escribir-para-la-web-como-escrever-para-web
- Planeta Web 2.0. Inteligencia colectiva o medios fast food, de los investigadores Cristóbal Cobo Romaní y Hugo Pardo Kuklinski (con prólogo de Alejandro Piscitelli) http://www.planetaweb2.net/